El cambio de hora y otras medidas para ahorrar en la factura de la luz del hogar y la comunidad

Desde hace medio siglo, en España, cada último fin de semana de octubre se atrasan los relojes. El famoso cambio de hora para adaptarnos al ‘horario de invierno’ se impuso a mediados de los años 70 del siglo pasado como una medida para ahorrar energía eléctrica ya que pretendía adaptar la jornada laboral a las horas de luz.

Cincuenta años después, esta medida está más cuestionada que nunca, por un lado, porque implica ‘alejar’ a España del horario de los países de su entorno y, por otro, porque los hábitos y las circunstancias laborales y sociales así como la tecnología han cambiado mucho en estas décadas. ¿Es, por tanto, una medida tan eficaz para ahorrar energía como se planificó en su momento?

Según un informe elaborado por el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE), el cambio de hora podría suponer un ahorro del 5% en el consumo energético. Ahora bien, este dato dependía, precisamente, de los hábitos del consumidor y de la tecnología disponible en cada caso.

Dejando a un lado las industrias y establecimientos comerciales, en los hogares no parece que este cambio horario suponga un gran ahorro ya que al anochecer antes, las horas en las que se precisa de luz artificial en el hogar coinciden con las que, normalmente, los habitantes están en casa después de la jornada escolar o laboral.

Muchos expertos, de hecho, están poniendo en duda la efectividad de esta medida pero lo cierto es que sí hay muchas otras recomendaciones que se pueden adaptar para reducir el consumo energético en el hogar y en las comunidades de propietarios.

5 medidas que sí funcionan para ahorrar energía

  1. La instalación de iluminación led, de mucho menor consumo, puede significar un importante ahorro energético y también económico. En las zonas comunes de los edificios, además, se pueden instalar sistemas inteligentes que se activen con el movimiento y evitar así que se queden luces encendidas más tiempo del necesario.
  2. Un buen aislamiento del hogar es clave para mantener una temperatura adecuada y no depender del aire acondicionado o la calefacción. Las ventanas de doble cristal son la mejor opción para ello.
  3. Aun así, recuerda que la recomendación es no superar los 27º en caso del primero ni 19º en la segunda. Estas temperaturas, con la ropa adecuada y un aislamiento adecuado son más que suficientes para mantener una temperatura agradable en cualquier época del año.
  4. Los sistemas de acumulación de agua caliente son más eficaces. ¿Sabías que las instalaciones solares térmicas tienen una vida útil de unos 25 años y ahorran mucha energía al reducir el consumo de otros combustibles? De hecho, el nuevo Código Técnico de la Edificación (CTE)obliga a instalar en todas las viviendas nuevas sistemas de producción del agua caliente sanitaria para que un porcentaje mínimo del 60 % se cubra con fuentes renovables. Si tu vivienda es más antigua, también puedes plantearte instalar captadores solares térmicos u otras energías renovables térmicas y proponérselo a tu comunidad de propietarios y aprovechar las ayudas que existen para este tipo de instalaciones. Vuestro administrador de fincas os asesorará encantado.
  5. Si tienes que renovar los electrodomésticos, opta por aquellos que garanticen una mayor eficiencia energética (los de la letra A) y recuerda que, si te ausentas de casa por periodos prolongados, ahorrarás mucha energía desconectando todos los electrodomésticos.