La Generalitat pretende que el impulso que han cogido sectores básicos para la economía valenciana, como el azulejero, se prolongue en el tiempo y, para ello, está en conversaciones con el Gobierno central con el propósito de que adopte el modelo autonómico de ayudas a los sectores relacionados con la rehabilitación inmobiliaria. Así lo expresó ayer el president de la Generalitat Ximo Puig, durante su intervención en Feria Valencia en el transcurso de la inauguración de Cevisama, el certamen del sector cerámico.
Puig explicó que, en varias reuniones mantenidas con representantes del Ejecutivo Central, se ha trasladado la propuesta, inicialmente bien recibida, de incluir en el plan estatal de la vivienda ayudas para la rehabilitación de interiores de las casas, tal como sucede en el programa autonómico, que el año pasado destinó tres millones a este menester, una cifra que en 2018 se elevará a los cinco. Los planes actuales del Estado solo contemplan subvenciones para las fachadas y zonas comunes, pero no para el interior de las viviendas. Incluirlas sería una forma, según el jefe del Consell, de beneficiar a los sectores de la economía directamente relacionados con esas reformas, como es el caso del azulejero, pieza básica en cocinas, baños y otras zonas de las casas.
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