En la mayoría de comunidades de vecinos llega un momento en el que deben decidir si continuar gestionándola ellos mismos o si optar por contar con un profesional: un Administrador de Fincas. Éste aporta a la administración de la comunidad de viviendas su experiencia y conocimientos.
Pero no solo eso, es necesaria una garantía de que el administrador dispone de un aval que asegura que está dotado para desempeñar ese trabajo. Y de ello se encarga el Colegio de Administradores de Fincas. Algo que nos asegura que los profesionales dispondrán de los valores necesarios para ejercer.
¿Por qué elegir un Administrador de Fincas Colegiado?
Un Administrador de Fincas colegiado es sinónimo de calidad y garantía, y es que su previa formación y el respaldo que aporta el Colegio de Administradores hacen que tengan dotes de resolución de problemas y ayuda a la conservación de un inmueble.
Y es que, las principales garantías que debemos destacar de un Administrador de Fincas Colegiado son que dispone de uno de los títulos universitarios necesarios para poder formar parte del Colegio. Y estar formado en nuevas tecnologías (que también afectan al área de la vivienda), innovación y diferentes aspectos tanto en el área económica (administración, contabilidad…), legalidad… Y es que el Colegio les imparte una formación continua con cursos para que se encuentren al día en las últimas novedades que les atañen como administradores de fincas.
Además de los conocimientos, disponen de una serie de habilidades y responsabilidad para encargarse de la administración de cualquier bien inmueble.
El Colegio de Administradores de Fincas, al igual que el resto de colegios profesionales, vela por el buen hacer de los Administradores Colegiados, vigilando sus movimientos e interviniendo entre los administradores y sus administrados o entre los propios administradores.
Además, los colegiados disponen de una Póliza de Responsabilidad Civil mediante la cual el colegio responde ante su actividad profesional. Esto garantiza que, si existiera algún error o negligencia que supusiera un gasto o daño para la comunidad administrada, este seguro respondería por ello.
Además es aplicado el código Deontológico existente, mediante el cual se pondría en juicio cualquier actuación que no resultara ética. Por ello, podría ser expulsado del Colegio o sancionado por el mismo.
Por último, se debe destacar que el Colegio de Administradores de Fincas tiene convenios con la Administración Pública, por lo que se benefician, entre otras cosas, de la rapidez de sus trámites.