Mediación: una herramienta para la solución pacífica de conflictos

 

Nos complace informaros que iniciamos la formación para capacitar a la nueva promoción de mediadores del CEMEI (Centro de Mediación Inmobiliaria).

 

 

 

TODOS/AS los compañeros/as COLEGIADOS/AS, pueden optar a esta formación tan necesaria en nuestra profesión, y formar parte del Registro de Mediadores del CEMEI. También el personal del despacho o cualquier persona interesada en la misma.

En nuestra experiencia personal, para los compañeros mediadores, esta formación ha significado un antes y un después en el tratamiento de los conflictos que tan habitualmente nos encontramos en la gestión de las comunidades.

Por eso, os animamos a que lo experimentéis y adquiráis las habilidades y herramientas que esta formación os entregará.

También somos conscientes de que en la actualidad la mediación está «de moda» y afloran numerosos cursos y talleres. Ha sido nuestro principal objetivo programar una formación de óptima calidad y experiencia práctica, que te aportará los conocimientos para analizar, abordar y gestionar los conflictos de una manera eficiente, resolutiva y pacífica. Sobre todo, con menor coste personal y emocional.

Hemos intentado acoplar también las fechas de las clases de forma que no coincidan con periodos de liquidaciones trimestrales, ni de impuestos, para facilitar la asistencia a los talleres prácticos. Las clases teóricas se realizan online, para que no tengas que desplazarte.

Se ha ajustado al máximo el precio de esta formación de gran calidad, con expertos mediadores que llevan ejerciendo esta profesión durante más de 25 años. Así mismo, existen facilidades de pago aplazado.

 

Puedes matricularte en el curso completo, o en el primer módulo, si lo deseas.

Llama al colegio 96 315 31 32 e informate ya.

 

Un abrazo mediador,

 

Virginia Madrid del Toro

Directora de la Comisión de Mediación


Los valores de un buen Administrador de Fincas

Se suele hablar de las capacidades a nivel profesional que debe tener un buen administrador pero obviamos en muchas ocasiones que su personalidad influye directamente sobre su trabajo y sus valores cobran una gran importancia a la hora de desempeñarlo. Por ello, lo que una comunidad de vecinos espera encontrar en su Administrador de Fincas es una persona honesta, que les transmita la confianza y fiabilidad necesaria para dejar su hogar en sus manos, que sea paciente y sobre todo dedicada a su trabajo.

El principal propósito del administrador de fincas es velar por la seguridad y el bienestar de la comunidad que administra. Por ello, su relación, aparte de llevar la contabilidad y la administración de sus bienes, se basa en la confianza que se le deposita para que vele por uno de los bienes más preciados de una familia.

  • Un administrador sabe cómo solucionar los problemas que se plantean de una forma metódica y justa. Ante todo, adaptándose al código deontológico del Colegio de Administradores de Fincas y encontrando la solución que beneficie a todos en la medida de lo que sea posible.
  • Por ello, el administrador es una persona que se caracteriza por su empatía. Es capaz de ponerse en el lugar de los otros: aquella persona que tiene un problema o que demanda una solución.
  • El Administrador de Fincas Colegiado tiene habilidades para comunicarse de todas las formas posibles. Se le entiende perfectamente en una reunión cuando es él quien expone, pero también cuando manda una circular o un aviso al resto de vecinos. Cuando estamos hablando de un hogar, no debe haber lugar para confusiones.
  • Un Administrador de Fincas considera la comunidad que administra su lugar de trabajo y se dedica por entero a ello, para conseguir el bienestar y la tranquilidad de sus administrados, prestando atención de sus consultas y tratando de hallar soluciones.
  • Dispone de una cartera de proveedores a los que recurrir cuando exista alguna avería o se tenga que realizar alguna reforma. También saber cómo solicitar ayudas y cómo acelerar ciertos trámites.
  • Existen momentos en los que el administrador debe mediar entre vecinos o entre vecinos y proveedores o directamente saber lidiar cuando los vecinos están en contra de lo que el propio administrador propone para el beneficio de la comunidad.

Y es que, los conocimientos previos que disponga un Administrador de Fincas son tan importantes como las aptitudes innatas que tenga esta persona.

Desde el Colegio de Administradores de Fincas realizan una serie de cursos y convenciones para mantener al día a los colegiados de las últimas novedades en administración de fincas y los posibles problemas a los que pueden ir enfrentándose.


Los 5 conflictos más frecuentes en Comunidades de vecinos

En el día a día de una comunidad de vecinos surgen situaciones que hacen alterar la tranquilidad y el buen ambiente que reina en rellanos y patios. En unas ocasiones se deben a problemas económicos o impagos por parte de algún vecino, en otras a discusiones por esa maceta que ha amanecido rota, o simplemente por tener diferentes puntos de vista de un mismo problema…

Los 5 problemas más comunes en una comunidad de propietarios

  1. Ruidos y molestias. Es el problema más frecuente. La normalidad de un hogar o una comunidad de vecinos está en la tranquilidad y el ambiente sosegado. Es comprensible que a ciertas horas exista bullicio por la existencia de niños y por haber más tráfico de personas en las zonas comunes. Pero los problemas y las discusiones empiezan cuando se realizan ruidos o fiestas en horas intempestivas. También cuando hay animales que molestan durante la noche y no permiten al resto de vecinos conciliar el sueño con normalidad.
  2. Llegar a acuerdos para alquiler de las zonas comunes. (Terraza, azotea, casa del portero…). Se debe votar a favor o en contra, ya que aporta dinero a la comunidad pero también puede provocar problemas.
  3. Pago de facturas. Una situación común es encontrarnos con vecinos que, debido a su situación de desempleo, no pueden hacer frente a las facturas de la comunidad, vecinos que quieren estar exentos de pagar ciertas facturas y vecinos que son morosos. En este último caso es aconsejable actuar con cautela por si existiera algún tipo de error o problema, de lo contrario no obtendremos solución alguna. Entonces, deberemos proceder a enviar un burofax o un aviso. Si el problema persiste, se debe pagar el adeudo entre toda la comunidad para después proceder a realizar un juicio y, en última instancia, empezar el proceso de embargo.
  4. Mejoras en la comunidad. La instalación de un ascensor suele ser una de las mejoras más comunes en una comunidad de vecinos. La aprobación de ésta debe someterse a votación mayoritaria de propietarios, quienes costearán la obra. Los propietarios de bajos o locales comerciales en planta baja pueden resultar exonerados de los pagos. Sin embargo, las obras para mejorar la accesibilidad para personas con discapacidad o movilidad reducida no tienen que ser votadas. Este tipo de obras actualmente son obligatorias por ley, e incluyen la instalación de rampas, ascensores y otros dispositivos. Por lo tanto si en una votación para la instalación de ascensores existiera algún propietario con discapacidad o movilidad reducida, la obra pasará a ser de carácter obligatorio independientemente del resultado de la votación del resto de propietarios.
  5. Presidencia. Ningún vecino puede negarse ante esta responsabilidad, excepto que no pueda por causas mayores o vivir fuera y no poder hacerse cargo. En este caso tendrá que solicitarlo a un juez.

La figura del Administrador de Fincas Colegiado aporta a la comunidad de vecinos la seguridad de contar con un profesional que conoce no sólo los problemas más comunes de la comunidad, sino las soluciones que éstos requieren para lograr una buena convivencia.

 


Garantías de contar con un Administrador de Fincas Colegiado

En la mayoría de comunidades de vecinos llega un momento en el que deben decidir si continuar gestionándola ellos mismos o si optar por contar con un profesional: un Administrador de Fincas. Éste aporta a la administración de la comunidad de viviendas su experiencia y conocimientos.

Pero no solo eso, es necesaria una garantía de que el administrador dispone de un aval que asegura que está dotado para desempeñar ese trabajo. Y de ello se encarga el Colegio de Administradores de Fincas. Algo que nos asegura que los profesionales dispondrán de los valores necesarios para ejercer.

¿Por qué elegir un Administrador de Fincas Colegiado?

Un Administrador de Fincas colegiado es sinónimo de calidad y garantía, y es que su previa formación y el respaldo que aporta el Colegio de Administradores hacen que tengan dotes de resolución de problemas y ayuda a la conservación de un inmueble.

Y es que, las principales garantías que debemos destacar de un Administrador de Fincas Colegiado son que dispone de uno de los títulos universitarios necesarios para poder formar parte del Colegio. Y estar formado en nuevas tecnologías (que también afectan al área de la vivienda), innovación y diferentes aspectos tanto en el área económica (administración, contabilidad…), legalidad… Y es que el Colegio les imparte una formación continua con cursos para que se encuentren al día en las últimas novedades que les atañen como administradores de fincas.

Además de los conocimientos, disponen de una serie de habilidades y responsabilidad para encargarse de la administración de cualquier bien inmueble.

El Colegio de Administradores de Fincas, al igual que el resto de colegios profesionales, vela por el buen hacer de los Administradores Colegiados, vigilando sus movimientos e interviniendo entre los administradores y sus administrados o entre los propios administradores.

Además, los colegiados disponen de una Póliza de Responsabilidad Civil mediante la cual el colegio responde ante su actividad profesional. Esto garantiza que, si existiera algún error o negligencia que supusiera un gasto o daño para la comunidad administrada, este seguro respondería por ello.

Además es aplicado el código Deontológico existente, mediante el cual se pondría en juicio cualquier actuación que no resultara ética. Por ello, podría ser expulsado del Colegio o sancionado por el mismo.

Por último, se debe destacar que el Colegio de Administradores de Fincas tiene convenios con la Administración Pública, por lo que se benefician, entre otras cosas, de la rapidez de sus trámites.


El Administrador de Fincas Colegiado no solo administra viviendas

Es conocida la labor administrativa y contable que desempeñan los Administradores de Fincas, llevando las cuentas de la Comunidad, actualizando las facturas, convocando reuniones y juntas entre los vecinos, entre otras cosas. Todas estas tareas no son simples enumeraciones, son un trabajo constante que requiere de un esfuerzo y dedicación.

Y es que un buen Administrador de Fincas no solo administra, sino que vela por los intereses de sus administrados, trabajando a diario para hacer de esos hogares un sitio seguro en el que vivir. Y es que el principal valor que debe transmitir un Administrador es el de la tranquilidad.  Lo que un propietario desea es sentir bienestar dejando su bien más preciado en manos de quién lo administra, ya que aquello que una familia necesita es una persona cercana, con quien tratar en cualquier momento, que aclare las posibles dudas y tenga soluciones para cualquier problema.

Además, es muy importante el papel mediador. El buen administrador debe ejercer bien la labor de intermediación cuando existe un conflicto vecinal, o cuando se crea un problema con terceros.

El Administrador de Fincas Colegiado debe de ser una persona visible, no alguien con quien tratar vía telefónica, sino que tenga disponibilidad para acudir a su puesto de trabajo cuando sea necesario. Ya que este es un punto importante, que para el administrador su único trabajo es el de administrar la comunidad, no se puede tomar como un segundo empleo.

Debe destacar el compromiso hacia su trabajo, considerando el bienestar de sus administrados su principal finalidad.

Por lo tanto, podemos asegurarnos de que, contando con el respaldo del Colegio de Administradores de Fincas, dispondremos de un profesional que nos preste un servicio de calidad, cuyos intereses sean el bienestar de los hogares que administra. Y lo debe hacer como si cuidara de su propio hogar, como si quienes habitan bajo el techo de esa comunidad de vecinos fueran sus propios hijos.

 

 


Día a día de una Junta de Vecinos

Los períodos vacacionales se caracterizan por ser aquellos en los que más comunidades de vecinos deciden realizar la junta ordinaria debido, principalmente, a que es cuando más propietarios podrán estar disponibles. Las claves para que una reunión de vecinos tenga éxito pasan por organizar la convocatoria con antelación, definir previamente los objetivos y realizar de forma correcta el acta de la reunión. Presidir y administrar una finca es una tarea compleja y por ello, dejar esta labor en manos de un administrador de fincas colegiado nos permitirá estar más tranquilos y seguros de cara a la próxima junta de vecinos.

Las juntas están destinadas para la aprobación de presupuestos y cuentas, conocer la existencia de problemas y proponer soluciones, así como para la proposición de cambios que afecten al inmueble o los vecinos. Para ello se realizan votaciones con el fin de llegar a un acuerdo común. Reuniones obligatorias solamente es una de carácter ordinaria al año y, siempre que sean convocadas por el presidente o por el 25% de los propietarios (o cuotas), se podrá celebra una Junta General Extraordinaria el número de veces que se requiera.

Enumeración de los puntos del día, acuerdos, votaciones, registrar el nombres de los asistentes… Son algunas de las funciones que debemos asumir para una correcta elaboración del acta, que siempre debe existir con el fin de quedar todo fielmente registrado.

Pero, ¿qué temas se tratan en una Junta de Vecinos?

Las ayudas para las derramas y el bienestar de la comunidad son siempre un punto imprescindible en las Juntas de vecinos. Por otra parte, existen conflictos no económicos, del nivel de limpieza, mal uso de las instalaciones comunes o discusiones vecinales en las que se debe llegar a un acuerdo común entre todas las partes.

Una vez al año, también se realiza la cesión de poderes donde se cede el papel de presidente de la comunidad.

La función del Administrador de Fincas en una Junta de Vecinos

El papel, en estos casos, del Administrador de Fincas, es mediar entre el Presidente y el resto de propietarios para que no existan conflictos, se realicen las Juntas cuando sea necesario y se lleven las cuentas de forma clara y todos sean conscientes. Para que en un inmueble se contraten los servicios de un Administrador de Fincas, los vecinos deberán haberlo aprobado con mayoría en la anterior Junta de Vecinos.


Ventajas de contar con un Administrador de Fincas Colegiado

La elección del colegio en el que crecerán nuestros hijos, del taller en el que revisarán ese coche que tanto esfuerzo nos ha costado tener, o del médico al que acudiremos para una operación, siempre se basará en el mismo valor: confianza. Confianza de tener una experiencia en el oficio y de contar con un título que avale sus aptitudes. Y es que, el hecho de ser un Administrador de Fincas Colegiado, aporta una serie de ventajas que garantizan la adecuada gestión patrimonial de los intereses de la comunidad, además de dotar al administrador de múltiples competencias que lo posicionan como la persona perfecta en la que confiar nuestro bienestar y nuestra seguridad en el hogar.

Un Administrador de Fincas Colegiado está en constante juicio, tanto por sus administrados como por el propio Colegio de Administradores de Fincas, por la calidad de su trabajo. El aval del Colegio les respalda pero su deber es hacerse siempre responsable de su buen hacer, de su ética y del funcionamiento de sus propias labores.

¿Qué requisitos debe tener un administrador para colegiarse?

  1. Los Administradores deben estar en posesión de al menos uno de los títulos universitarios demandados por el Colegio.
  2. El Colegio de Administradores de Fincas imparte además formación continuada a sus colegiados. Cursos, charlas y revistas informativas que, adaptándose a la actualidad, las tendencias y los problemas de la zona o el tipo de vivienda, aportan al administrador el conocimiento necesario para ser verdaderos profesionales.
  3. Los administradores en conflicto deben mediar además con el Colegio. Éste es el encargado de fomentar las relaciones tanto entre administradores como entre administrador y administrados, para lograr acuerdos y contratos.

En general, podemos considerar que los Administradores de Fincas Colegiados australian online casino free bonus no deposit disponen de un buen hacer respaldado y vigilado por el Colegio de Administradores para evitar malas praxis, ya que la moral del buen administrador estará siempre en el punto de mira.

Realizar la búsqueda de un administrador no sólo supondrá encontrar a la persona idónea profesional y personalmente, sino que también deberemos dar importancia a que el administrador cuente con una entidad respetable y fuerte que vele por vuestras necesidades e intereses. El Colegio de Administrador de Fincas respalda al buen profesional .

En el Colegio de Administradores de Fincas nos ofrecemos a ayudaros a encontrar a esa persona que gestione y represente vuestro hogar de la mejor forma posible, dedicando su tiempo y su buen hacer para administrar correctamente el inmueble.

 


¿Cómo elegir un Administrador de Fincas?

Llegado el momento de elegir un Administrador de Fincas, hay varios aspectos en los que debemos fijarnos para encontrar el adecuado, que se adapte a nuestras condiciones y que cumpla los requisitos que andamos buscando para aquella persona sobre la que dejaremos la responsabilidad de velar por nuestros intereses y los de nuestro hogar.

Por lo tanto, ¿qué requisitos debe cumplir un Administrador de Fincas?

  1. En primer lugar, aquello que nos dará la confianza suficiente para considerar un Administrador de Fincas como válido será que esté colegiado. Si tenemos tras él el aval del Colegio de Administradores de Fincas nuestra confianza se verá aumentada. Sabemos que dispone de una formación anterior y una continua para adaptarse a las nuevas condiciones del mercado, con cursos y charlas.
  2. Las competencias personales del Administrador. Tenemos la opción de entrevistarnos con varios y de este modo observar su personalidad, su forma de actuar, e incluso ponerlos en circunstancias de qué harían dependiendo del problema. Si nos gustan las soluciones que aporta y su forma de lidiar ante un inconveniente, puede que estemos ante la persona adecuada.
  3. Que se dedique íntegramente a ello. Si buscamos algo de un profesional es que su único menester sea velar por el bienestar y la buena gestión de nuestro inmueble, que no esté pendiente de un trabajo aparte que le quite tiempo o que no le permita acudir si existe un contratiempo.
  4. Su experiencia anterior. Es importante que sepa llevar las cuentas de forma clara y que lo respalde su experiencia y las opiniones que los anteriores administrados tengan una buena imagen de él y lo recomienden como Administrador.
  5. Que disponga de una buena cartera de profesionales que le ayuden para todos aquellos asuntos de mantenimiento que surjan en el día a día de un inmueble.
  6. Unos valores personales que combinen con las necesidades de la comunidad. Se trata del propio hogar, y debemos elegir a aquella persona en quién confiar plenamente, ya que dejaremos en sus manos aquello más valioso.


Seguro que, tras cumplir el primer requisito, es sencillo que logremos lograr el resto y dejar nuestro hogar en las mejores manos.